Diógenes Laercio, “Vidas de los filósofos ilustres” , libro VIII.
A pesar del vertiginoso e innegable avance, realizado durante los últimos siglos de la modernidad por las denominadas Ciencias Positivas, a pesar de todos los adelantos en materia de Tecnología , Informática, Ciencias Biológicas y de la Ingeniería, a pesar del predominio absoluto de las matemáticas y la cuantificación. A pesar de esto, aún queda espacio para la pausa, para el paréntesis, para detenernos a reflexionar en torno a nuestras propias vidas, para reflexionar sobre la calidad de nuestros actos, del Sentido de nuestra Existencia, de la Libertad, el Amor, el Alma Humana y la Trascendencia, por tanto aún queda un basto campo para pensar, es decir, para la Filosofía.
“Sapere Aude” (Piensa por ti mismo) decía Kant, así tal vez, hoy más que nunca tenga sentido esta expresión Kantiana, tenga sentido reparar en nuestra cotidianeidad, pero también en lo que queremos ser, tanto individual como colectivamente, tenga sentido poseer voz propia, en un universo cultural signado por la uniformidad y lo homogéneo.
Por tanto, una de las razones por qué pensar y hacer filosofía, podría ser la búsqueda de una mejor comprensión de nosotros mismos, como individuos, como miembros de una comunidad; familiar, educativa o social. En este sentido la finalidad de este curso , no es sino aportar y promover una mejor autoconciencia, ser capaces de conocer nuestras habilidades y nuestras limitaciones, así como también el por qué llegamos a ser como somos, cómo y por qué actuamos y cómo deberíamos comportarnos en nuestras futuras acciones. Por tanto, en la medida en que nosotros nos hacemos concientes de quiénes somos y qué queremos ser, podemos tomar una actitud distinta hacia nuestra propia existencia y hacia nuestros semejantes, de lo contrario siempre seremos esclavos y no espectadores, tal como lo indica Pitágoras.
Por último, terminando el curso la invitación es a seguir reflexionando, pero esta vez en torno a la relación existente entre Cultura y Moralidad.
Vamos que falta poco...
Slides Desarrollo Moral
A pesar del vertiginoso e innegable avance, realizado durante los últimos siglos de la modernidad por las denominadas Ciencias Positivas, a pesar de todos los adelantos en materia de Tecnología , Informática, Ciencias Biológicas y de la Ingeniería, a pesar del predominio absoluto de las matemáticas y la cuantificación. A pesar de esto, aún queda espacio para la pausa, para el paréntesis, para detenernos a reflexionar en torno a nuestras propias vidas, para reflexionar sobre la calidad de nuestros actos, del Sentido de nuestra Existencia, de la Libertad, el Amor, el Alma Humana y la Trascendencia, por tanto aún queda un basto campo para pensar, es decir, para la Filosofía.
“Sapere Aude” (Piensa por ti mismo) decía Kant, así tal vez, hoy más que nunca tenga sentido esta expresión Kantiana, tenga sentido reparar en nuestra cotidianeidad, pero también en lo que queremos ser, tanto individual como colectivamente, tenga sentido poseer voz propia, en un universo cultural signado por la uniformidad y lo homogéneo.
Por tanto, una de las razones por qué pensar y hacer filosofía, podría ser la búsqueda de una mejor comprensión de nosotros mismos, como individuos, como miembros de una comunidad; familiar, educativa o social. En este sentido la finalidad de este curso , no es sino aportar y promover una mejor autoconciencia, ser capaces de conocer nuestras habilidades y nuestras limitaciones, así como también el por qué llegamos a ser como somos, cómo y por qué actuamos y cómo deberíamos comportarnos en nuestras futuras acciones. Por tanto, en la medida en que nosotros nos hacemos concientes de quiénes somos y qué queremos ser, podemos tomar una actitud distinta hacia nuestra propia existencia y hacia nuestros semejantes, de lo contrario siempre seremos esclavos y no espectadores, tal como lo indica Pitágoras.
Por último, terminando el curso la invitación es a seguir reflexionando, pero esta vez en torno a la relación existente entre Cultura y Moralidad.
Vamos que falta poco...
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